La lechada se agrieta por varias razones, que incluyen:
Contracción: Si la lechada contiene demasiada humedad, o si las juntas son demasiado anchas, la lechada experimentará una contracción sustancial a medida que se cura y puede agrietarse. Si hay una buena unión con la loseta, la grieta se producirá en el centro de la línea de lechada. Si la unión es débil, la grieta se producirá en uno de los bordes entre la lechada y la loseta.
Soporte insuficiente: si la loseta tiene un soporte adecuado, tal vez sobre un piso de madera suave y flexible, la flexión del soporte creará tensiones en la loseta y la lechada. Esto puede agrietar el azulejo, agrietar la lechada e incluso hacer que el azulejo se despegue y se suelte.
Ciclos de congelación y descongelación: si la loseta está afuera en un clima frío, el agua puede penetrar debajo o entre la loseta durante los meses cálidos. Esta agua puede congelarse durante los meses fríos. A medida que el agua se expande, crea tensiones que pueden agrietar la loseta, enlechar juntas o despegar la loseta.
Envejecimiento mecánico: con el tiempo, las juntas de lechada pueden desgastarse o aflojarse debido al desgaste básico (lluvia, viento)
La buena noticia es que la lechada se puede reparar. El remedio específico dependerá de la causa del agrietamiento. Obviamente, si su piso no es lo suficientemente fuerte para soportar la loseta, la simple reparación de las juntas resolverá el problema subyacente y experimentará grietas nuevamente en el futuro. La mejor reparación para las juntas de lechada agrietadas es generalmente moler el mortero y reemplazarlo. Hay muchos profesionales que se especializan en este tipo de trabajo.
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